después de mucho meditar sobre este concepto, llegué a la conclusión de que los humanos, sólo por definirnos como tales, ya estamos limitados en la definición. y desde el comienzo, entonces, el hombre recorre el camino de su vida bordeando las fronteras de su limitación. y claramente, siendo el hombre un ser finito, en esta vida hay límites para todo: para amar, para soñar, para creer, para esperar; por lo tanto todo anhelo que tenga la raza humana se verá suspendido, tarde o temprano, por situaciones que lo limiten, tales como la traición, la desepción, el agotamiento.
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