la vida es simple y clara

criteriosos, de caras largas y concentradas, con los labios apretados y los ojos fijos en la nada. en mucho tiempo no me había detenido a analizarlos, siempre tuve algún libro a mano a la hora del viaje, pero esta última vez… gran parte se abraza a su cartera y mira por la ventanilla como esperando algo que jamás se hará presente; otro tanto dormita, y se despabila de vez en cuando entre estación y estación. mientras la mayoría se agarra como puede de los pasamanos y se matan por sentarse primero que algún otro, yo sigo disfrutando del sol de las diez que todavía no se ve, y me recuesto en alguna de las paredes del vagón para estudiarlos hasta Congreso, donde me bajo felizmente cada sábado de mi vida.

pd. la gente del subte es un deleite.