¿una nueva era?

ayer empecé la dieta. como tantas veces, en secreto.

no me gusta andar vociferando cuando empiezo a cuidarme; no porque me de vergüenza venir comiendo como un cachalote y de pronto tomar conciencia que se me viene la playa encima para ponerle un coto a la situación, sino porque no es el primer lunes que lo intento y, como siempre, termino ahogada en un kilo de helado (chocolate con almendras y sambayón, preferentemente) tres o cuatro días después.

nota al pie: esta mañana mi mamá me preparó una ensalada cumpleaños (rejunte de todo lo que hay en la verdulería) que solo devoré en el almuerzo porque moría de hambre.